Una exposición con aire de utopía. Nota de prensa escrita por María del Mar Quintana Cataño

Video: La utopía del arte en la sociedad. Exposición del artista bogotano Luis Hernández Mellizo en la que enfatiza en las manifestaciones sociales y políticas de las ciudades latinoamericanas. En galería nueveochenta.
http://www.citytv.com.co/videos/932218/video-la-utopia-del-arte-en-la-sociedad

http://bogota.vive.in/arte/bogota/articulos_arte/mayo2013/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_VIVEIN-12809545.html


La muestra de Luis Hernández recoge sus ideas sobre el rol que ocupa el artista en la sociedad.

“En esta muestra hago un estudio de las manifestaciones esporádicas de las comunidades e intento apropiarme de ellas para discutir el rol del artista dentro de la sociedad”, dice el bogotano Luis Hernández Mellizo.
Y aunque su afirmación parece salida de rígidos estudios sociológicos, lo cierto es que en sus obras encuentra la manera de aterrizar sus ideas, de un modo sencillo para el público, con pintura, video, objetos intervenidos, instalaciones y fotografía.
La pieza que abre las puertas de su muestra ‘Propaganda de la utopía’ es un símbolo de color azul y rojo, que se repite varias veces y que el artista seleccionó a propósito por la asociación directa que tienen estos colores con distintos fenómenos, ideologías, partidos y grupos sociales.
Entonces, sitúa al espectador ante ciertas realidades de la vida cotidiana, para que se cuestione sobre la utopía; es decir, “ese puente entre lo que somos y lo que podríamos llegar a ser”, comenta.
A medida que se va avanzando, se encuentran variados objetos, como un rodillo para pintar, que tiene el lema de ‘No pintar aquí’, junto a unos tarros de pintura, hechos de lienzo y pancartas relacionadas con el trabajo de los artistas, que se encuentran sostenidas por escobas.
Él cuenta que estas obras tuvieron su origen cuando encontró un símbolo que indicaba el mensaje de no pintar; es decir, una brocha tachada (ver foto arriba). El logo reposaba en un puente vehicular de una autopista, cuya función era justamente la de evitar que las personas pintaran grafitis sobre la pared. “Me pareció muy curioso que intentaran detener a la gente de pintar, pintando”, dice Mellizo.
Esa discordia entre legalidad e ilegalidad, y entre el grafiti y el antigrafiti, llamaron la atención del artista, que intervino los espacios públicos con su trabajo.
Y es que, para Mellizo, el artista es un miembro activo de la sociedad, pero desligado de muchos sistemas, como el de pensiones, empleo y seguridad. Por eso, trata de mostrarlo como una especie de “obrero emancipado”.
Una de las obras que hacen evidente esta posición es una cinta de advertencia, de las que se usan en las calles para evitar que los transeúntes circulen por áreas peligrosas, hecha con lienzo para pintar, y que Mellizo utilizó en una exposición que tuvo lugar en la Universidad Nacional, en 1998.
Su propósito en ese momento fue cerrar temporalmente y para su muestra ese museo. Sin embargo, con el paso del tiempo, obreros que pasaron por la exhibición –sin saber que lo era– utilizaron la cinta para cerrar una construcción en la que estaban trabajando.
Con este acto, esa cinta se recontextualizó, según explica Mellizo, pero además reafirmó la posición de que tanto el artista como el obrero, se dignifican a través de su trabajo, sus obras y las herramientas que utilizan.
Sin embargo, la inquietud de Mellizo por el rol del artista en la sociedad no se queda ahí, pues en otro lugar de la muestra, interviene libros de pensadores como Carlos Marx y Mao Tse Tung. Para ello, corta los libros con las formas de Colombia, las islas de San Andrés y Providencia, entre otras, en señal de que la historia puede y debe ser modificada por las personas, por las luchas y por la inconformidad frente a los sistemas.
“Todo se resume en que en mi exposición se puede ver aquello que se promete, aquello que es ideal para las personas y los pueblos: una utopía”, finaliza Mellizo.

20 de mayo de 2013
María del Mar Quintana Cataño
Para EL TIEMPO