Me permito hoy licencias que habitualmente no. La primera, al hablar en primera persona sin que mi opinión comprometa las decisiones del Bodegón, y la segunda al hacer de la opinión, más que de la pregunta, el motivo mismo de este texto.En un reciente seminario artístico la frase “el dinero es la vida sexual del arte” fue utilizada como eslogan para atraer público a sus sillas. Si dicha frase es cierta, y el dinero es, efectivamente, la vida sexual del arte, podríamos decir que la Feria de Arte resulta siendo el viagra de esa vida sexual. Y no por lo excitante que pueda resultar su uso, sino por el hecho de que, al ingerirlo, se asume que no basta con el dinero a secas para que esa fornicación resulte placentera. “Lo que no se para nos separa”, según reza un adagio de mal gusto.Más aún si pensamos en que el dinero no luce si no se socializa, y qué mejor socialización que el hecho de congregar capitales de no muy clara procedencia en un festín de derroche y arribismo. Qué mejor que invertir en dólares lo ganado en dólares y convertido en pesos para reconvertir en dólares. No recuerdo cómo se denomina esa práctica, pero tal vez ustedes sí.Y es que curiosamente, entre más abarrotado de enmarcaciones de lujo y vidrio antirreflectivo se ve el espacio, más se deja de ver lo que se esconde detrás para evidenciar el dinero que hace erguir a las obras. Y al detenernos un minuto más, no duda en emerger ese polvo blanco, de cuyo nombre no quisiera acordarme, que estructura el universo mismo de las ferias.“Impulsar la cultura del coleccionismo”, última misión mencionable de todas las ferias de arte, tal vez sea un eufemismo de impulsar la cultura del dinero mal habido, la exclusión social y la separación total entre arte y vida. Una separación por la cual la posibilidad misma de experiencia queda anulada para el espectador, quien se convierte en mero cliente o simple índice escenográfico que hace de las estadísticas de visita algo rentable.El coleccionista hoy es alguien que construye historia con dinero, y esa historia, su historia, es siempre conservadora, pálida y, por decirlo de alguna forma, lavada.El Bodegón, consciente del carácter histórico de su feria, se complace en presentar para todos ustedes La mirada del coleccionista: el ojo acrítico de Luís Hernández Mellizo, una colección en la que el reverso de esa historia puede apreciarse gracias a su pasmosa opacidad falta de vidrios y de narcos. Perdón, de marcos.
Víctor Albarracín
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Cerca de 200 piezas de 120 artistas han sido recolectadas durante un periodo de 10 años, en condición de estudiante, asistente y ayudante de artistas y posteriormente como artista.
La colección esta conformada por pruebas de artista, bocetos, ediciones múltiples, trabajos universitarios, souvenires de exposiciones, piezas desechadas o errores de artistas. La colección es producto de intercambios, obsequios, pago en especie y algunos precios bajos, de hecho ha costado cerca de 200.000 pesos colombianos o menos de U$ 100.
La colección esta conformada por pruebas de artista, bocetos, ediciones múltiples, trabajos universitarios, souvenires de exposiciones, piezas desechadas o errores de artistas. La colección es producto de intercambios, obsequios, pago en especie y algunos precios bajos, de hecho ha costado cerca de 200.000 pesos colombianos o menos de U$ 100.
La Feria Internacional de Arte del Bodegón, ArtBodegón, es un evento organizado por el Consejo Curatorial de El Bodegón (arte contemporáneo - vida social) que este año tiene su primera versión a realizarse el próximo viernes 24 de noviembre. ArtBodegón 2006 busca consolidarse como una vitrina que mostrará el trabajo de artistas consolidados y emergentes y que fortalecerá el mercado del arte en Colombia.ArtBodegón tiene como fin promocionar el talento nacional y fomentar la cultura del coleccionismo en el país. Todo, en 60 metros cuadrados de exhibición y con la presencia este año de la colección Hernández Mellizo, una de las más ricas y complejas que se pueden encontrar en el país. Nuestra curaduría, La mirada del coleccionista: El ojo acrítico de Luís Hernández Mellizo, busca reivindicar la figura mítica de un hombre que, en silencio y sorteando la adversidad y la indiferencia de la sociedad de su tiempo, se ha convertido en testimonio privilegiado para entender el momento histórico que nos ha correspondido vivir.Artistas incluidos en la colección: Vik Muniz, Carlos Jacanamijoy, Maripaz Jaramillo, Gustavo Zalamea, Franklin Aguirre, Oscar Danilo Vargas, Mario Opazo, Germán Botero, Omar Rayo, Beatriz González, Nelson Garrido, Miguel Angel Rojas, Jaime Avila, Sair Garcia, Andres Fresneda, Wilson Díaz, Carlos Garaicoa, Juan Rivero, Maria Isabel Rueda, Mauricio Bejarano, Michael Lopez, Mario Salazar, Imagen Pirata, Edgar Cortez, Miler Lagos, Hernando Velandia, Fabian Montenegro, Santiago Castaño, Angelica Ortiz, Adriana Cuellar, Carla Stalina Villavicencio, Pablo Almeida, Dario Ramirez, Mauricio Zequeda, Marlen Forero, Santiago Plata, Grupo Recuerdos Inolvidables, Juan Carlos Garzón, Alejandro Gamboa, Jorge Garzón, Ana Maria Devis, Gustavo Morales, Colectivo Barbatruco, La Pecera, Felix González Torres, Grupo Individual, el Vicio Producciones, Jaime Tarazona, Rodrigo Echeverri, Luis Perez, Eduardo García, Colectivo Casa Guillermo, Maria Helena Bernal, Denise Buraye, Fredy Javier Rojas, Eduardo Arias, Karl Troller & Lucas Ospina, Marcela Ocampo, Humberto Junca, Maria Fernanda Plata, Natalia Castañeda, José García, Alvaro Barrios, Antonio Caro, Víctor Albarracín, Mateo López, Fernando Pertuz, Saúl Sánchez, Marco Maggi, Popular de Lujo, Widy Ortiz, Maria Mercedes Uribe, Carlos Castro, Todo Pipas, Guillermo Kuitca, Milena Bonilla, Rosario López, Nadin Ospina, Luz Marina Tréllez, Pablo Adarme, Alberto Baraya, Ramón Vanegas, Colectivo Bricolage, Gabriel Sierra, Edgar Estupiñán, Maria Teresa Pardo, Clemencia Echeverry, Bruce Nauman... y muchos más
Viernes 24 de noviembre 2006 7 pm. El Bodegón (arte contemporáneo - vida social) Cra 2 # 22A - 08 Barrio Germania. (Traje formal)
Dicen que el coleccionista es un –senexpueriles- es decir un viejo aniñado. Para Walter Benjamin, el coleccionista reúne en si al niño y al viejo. Pues los niños pueden recrear la existencia a su gusto, de múltiples maneras y sin embarazo alguno. Para ellos coleccionar es solo una manera de recrear entre otros, como pintar, recordar o calcar, y así hasta completar la gama infantil de modos de apropiación de la aprehensión de los objetos hasta que son etiquetados..